Participación e incidencia política más allá de las aulas

 

En repetidas ocasiones se tiende a separar la Universidad de la vida social externa, esa vida llena de injusticias, precariedad y contingencias sociales, como estudiantes nos perdemos la oportunidad de nutrirnos de esas experiencias. Asimismo, las universidades y el conocimiento solamente se valen de ellos cuando le son útiles, en la construcción de teorías, dando explicación a ciertos fenómenos sociales, siempre desde una postura externa, sin embargo, la experiencia allá afuera con la comunidad brinda la oportunidad de construir, cuestionar y actuar a partir de la realidad misma.

 

Intentar comprender lo político desde una nueva perspectiva, entender los conceptos asociados como ciudadanía y participación resulta aún más difícil cuando las entidades encargadas de la educación no la fomentan, pero es fundamental hacer uso y reconocer nuestra participación, incidencia, pertenencia en la sociedad y la responsabilidad que lo anterior conlleva.

 

Las y los estudiantes tenemos una gran misión a lo largo de la historia que es precisamente no ser indiferentes a lo que los demás ignoran, por consiguiente, como estudiantes se nos suele presentar la gran contrariedad de sí en el presente o el mañana desarrollaremos medios de cuestionamiento críticos para una real transformación social o seguiremos reproduciendo patrones conductuales del modelo actual. Ese modelo que pareciera promover de forma transversal desinterés de nuestra participación y ciudadanía, perpetuando, la minimización de la identidad cultural y el mensaje de las niñas, niños y adolescentes.

 

La experiencia en las escuelas rurales, haciendo uso del potencial político, me han permitido replantear mi futuro rol profesional, la importancia de la educación en la sociedad, pero más bien, esa educación que valora la diversidad cultural como un tesoro preciado, además, sentir cierta admiración del sistema que conserva aún la vida rural frente a las esferas externas que suponen una vida competitiva e individual.

 

Por medio del conjunto de aprendizajes que se adquiere en trabajar colectivamente puedo afirmar que la organización y participación es posible más allá de la universidad y las aulas, que es también un desafío y que nos surgen tareas como la generación de conocimientos a partir de estas experiencias, la generación de una metodología propia que responda al contexto de nuestra región, fomentando la ciudadanía, participación e incidencia desde nuestro rol, construyendo desde lo que somos junto a las niñas, niños y adolescentes quienes poseen la facultad para hacer valer sus Derechos, de forma progresiva, siendo sujetos plenos de derecho.

 

 

Quintu Lafquen Hualme Ingles.
Estudiante 4° año de la Carrera de Derecho, Universidad de La Frontera.
Presidenta Agrupación Estudiantil Pewma.